Homenaje a figuras ya desaparecidas del mundo del cómic en España:...
Annemarie Schwarzenbach, en sus 34 años de vida realizó viajes a...
casadepoe tiene la ambición de un espejo y los contornos de un poliedro:...
Mucho se ha escrito sobre la ciudad de Sevilla, sobre su belleza...
En esta edición se rescata del olvido la segunda serie de apuntes para...
Un fugitivo vestido de sacerdote perseguido por el ejército y la policía...
Entre abril y mayo de 1934, Manuel Chaves Nogales acompañará a una...
Amigo de Francisco Giner de los Ríos, participó en el movimiento pedagógico renovador de la Institución Libre de Enseñanza y, como miembro de la Unión General de Trabajadores (UGT), contribuyó a la fundación de un aula para trabajadores en la Casa del Pueblo de la organización en Madrid. Becado por la Junta para la Ampliación de Estudios, desde 1911 hasta 1914 estudió economía en Múnich, Berlín, Viena y Londres.
A su regreso a España, el magisterio de Antonio Flores de Lemus lo decantó hacia el estudio de la historia económica de España, y en 1916 ganó la cátedra de Economía Política y Hacienda Pública en la Universidad de Murcia, obteniendo dos años después el traslado a la Universidad de Sevilla. Entre 1921 y 1923 viajó a Berlín y Friburgo, relacionándose allí profesionalmente con los grandes economistas de la época.
En 1926 apareció su primer trabajo importante: Sevilla, fortaleza y mercado, publicado en el Anuario de Historia del Derecho Español, revista dirigida por Claudio Sánchez Albornoz y en cuya fundación había participado el propio Carande. En enero de 1930 fue nombrado rector de la Universidad de Sevilla, cargo que ocupó hasta marzo de 1931, cuando se trasladó a Madrid llamado por Niceto Alcalá-Zamora para formar parte del Consejo de Estado de la República.
En 1933, tras declinar la oferta de Manuel Azaña para que ocupara el Ministerio de Industria y Comunicaciones, trabajó como asesor del Banco Urquijo y fue consejero de la Compañía de Caminos de Hierro del Norte, del Ferrocarril Tánger-Fez y de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos Sociedad Anónima (CAMPSA). Durante la guerra civil permaneció en Madrid, mientras que Queipo de Llano ocupaba su casa en Sevilla y mandaba quemar tres mil documentos reunidos por Carande en su biblioteca, relativos a la hacienda de los Trastámara.
Al término de la contienda fue separado de su cátedra, a la vez que nombrado consejero nacional de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas Ofensivas Nacional-Sindicalistas (FET y de las JONS), cargo que ocupó hasta incorporarse a la sección de Hacienda del Instituto de Estudios Políticos en 1942. Regresó a Sevilla en 1940, donde realizó una intensa labor de investigación en el Archivo General de Indias, que le sirvió para preparar su obra más famosa, pionera de la historia económica de España: una trilogía conocida con el título general de Carlos V y sus banqueros.
El primer volumen, La vida económica de España en una fase de su hegemonía: 1516-1556, apareció en 1943; los otros dos volúmenes que la integran son La Hacienda Real de Castilla (1949) y Los caminos del oro y de la plata. Deuda exterior y tesoros ultramarinos (1967). Concebida en un principio como un estudio breve sobre los empréstitos concertados por Carlos V con los banqueros europeos, la investigación de Carande se amplió hasta abarcar la estructura global de la economía española en la primera mitad del siglo XVI.
Reintegrado a su cátedra en 1945, cuatro años más tarde ingresó en la Real Academia de la Historia, después de que el Ministerio de Educación levantara el veto a su candidatura. Jubilado de su cátedra en 1957, en 1985 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Entre sus restantes obras cabe citar El despotismo ilustrado de los Amigos del País (1956), Informe de Olavide sobre la ley (1956), Siete estudios de Historia de España (1969), Otros siete estudios de Historia de España (1978), Personas, libros y lugares (1982), Galería de raros atribuidos a Regino Escaro de Nogal (1982) y Recuerdos de mi infancia (1987).
Catorce estudios van desde la Edad Media hasta los siglos XVIII y XIX, aunque predominen, como es lógico, los dedicados al siglo XVI; y estudia la forma en que, a lo largo del siglo XIV, se estructuró la ciudad cristiana y nos muestra cómo se desarrollaron su vida, su gobierno y su economía en el siglo que precedio a su auge.
Discurso leído ante la Real Academia de la Historia. El día 18 de diciembre de 1949, en su recepción pública, por el Excmo. Sr. D. Ramón Carande y contestación del Excmo. Sr. Duque de Maura.
La desconfianza que, consciente o inconscientemente, tenemos hacia quien maneja nuestro dinero o la aversión que nos produce que alguien nos preste dinero y luego tengamos que devolvérselo con intereses ha hecho que la imagen del banquero se rodee de oscuridad y rechazo.