LQ-NAR-HAM
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Marcelo Quiroga Santa Cruz
Seres aletargados que han perdido las ganas de vivir, o que sólo viven por el hábito de hacerlo, de levantarse temprano en las mañanas para cumplir las miserias de una rutina diaria hasta que la noche los devuelva a su cama confirmados en su sensación de vacío e insipidez.
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Los deshabitados
Marcelo Quiroga Santa Cruz
Seres aletargados que han perdido las ganas de vivir, o que sólo viven por el hábito de hacerlo, de levantarse temprano en las mañanas para cumplir las miserias de una rutina diaria hasta que la noche los devuelva a su cama confirmados en su sensación de vacío e insipidez.
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Los deshabitados
Marcelo Quiroga Santa Cruz
Seres aletargados que han perdido las ganas de vivir, o que sólo viven por el hábito de hacerlo, de levantarse temprano en las mañanas para cumplir las miserias de una rutina diaria hasta que la noche los devuelva a su cama confirmados en su sensación de vacío e insipidez.
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Autor/a | Marcelo Quiroga Santa Cruz |
Descripción física | 12 x 18 cm, 214 p. |
Año edición | La Paz (Bolivia), 1980 |
Depósito Legal | LP-312-79 |
Editorial | Los Amigos del Libro |
Nota | Con firma del anterior propietario |
Usted quisiera conocer el tema de este libro. Yo querría enterarlo, además, de cómo fue escrito. Debo confesar que apenas si trata de algo. Su contenido argumental es insignificante. Los que buscan esa clase de emoción que procura la narración de una historia accidentada, serán defraudados. Lo que suele llamarse "acción", no cumple más función, en este libro, que la de sostener en su frágil estructura todo el peso de mi curiosidad por algunas almas y por lo que esas almas encierran.
¿Cómo ha sido escrito? Como no debe escribirse nunca un libro: es casi una secreción...
Comenzó a vivir bajo la forma de una extraña sensación de melancolía. Un poco después y a pesar mío, empezaron a tomar forma, como incubadas en esa luz tediosa y poética, algunas figuras humanas y un perro. Tuve que ponerles un nombre y después seguirlos con una culpable aunque deliciosa docilidad. Eso es todo.
M.Q.S.C.
(De la solapa de la Primera Edición, 1959)