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La guerra medieval, en su forma más corriente, consistió en una sucesión de asedios, acompañados de una multitud de escaramuzas y devastaciones, a las que venían a añadirse algunos combates de mayor importancia, batallas más solemnes, cuya relativa infrecuencia compensaba su carácter a menudo sangriento
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La guerra en la Edad Media
La guerra medieval, en su forma más corriente, consistió en una sucesión de asedios, acompañados de una multitud de escaramuzas y devastaciones, a las que venían a añadirse algunos combates de mayor importancia, batallas más solemnes, cuya relativa infrecuencia compensaba su carácter a menudo sangriento
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La guerra en la Edad Media
La guerra medieval, en su forma más corriente, consistió en una sucesión de asedios, acompañados de una multitud de escaramuzas y devastaciones, a las que venían a añadirse algunos combates de mayor importancia, batallas más solemnes, cuya relativa infrecuencia compensaba su carácter a menudo sangriento
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Autor/a | Philippe Contamine |
Traducción | Javier Faci |
Descripción física | 20 x13 cm, 475 p. Con siete mapas y cuatro figuras |
Año edición | 1ª ed. Barcelona, 1984 |
ISBN | 84-335-9333-1 |
Colección | Nueva Clío, 24 |
Editorial | Labor |
Las reflexiones acerca del arte militar han venido siendo, durante mucho tiempo, obra de historiadores que, preocupados por los procesos de dilatada duración, han intentado comparar el periodo medieval con la antigüedad y con la época moderna. De forma casi invariable, han llegado a la conclusión de que el arte militar de la Edad Media había sido rudimentario, rudo (incluso inexistente), en el sentido de unos conocimientos pensados, organizados y constituidos, aplicables a los diferentes niveles del encuadramiento en función de su rango y de su papel. Muchos de estos historiadores, oficiales militares en activo o retirados, se movían, de forma más o menos conscientes, en las perspectivas de unas enseñanzas pragmáticas, utilitarias y destinadas a futuros oficiales o a escuelas militares, por lo que llegaban la conclusión de que no había nada en limpio que sacar ni que aprender del estudio de las campañas, de las batallas o de los asedios medievales